La historia de Bridget Jones ha llegado a su fin.
Después de 24 años, la cuarta y última entrega de la famosa saga de comedia romántica, “Bridget Jones: Mad About the Boy”, ya está aquí.
La película, estrenada en Peacock el jueves, sigue a Bridget (interpretada por Renée Zellweger) mientras enfrenta la vida como viuda y madre soltera de dos hijos: Billy, de 9 años (Casper Knopf), y Mabel, de 4 (Mila Jankovic).
Esta última entrega muestra a Bridget encontrando la felicidad nuevamente, cuatro años después de la trágica muerte de su esposo, Mark Darcy (Colin Firth), quien falleció en una explosión durante una misión humanitaria en Sudán.
En su camino hacia una nueva vida, Bridget se encuentra con dos intereses amorosos: Roxster (Leo Woodall), un guardabosques de 29 años que estudia bioquímica, y el señor Wallaker (Chiwetel Ejiofor), un serio profesor de ciencias en la escuela de sus hijos. Además, su antiguo amor, Daniel Cleaver (Hugh Grant), regresa como un amigo platónico, tras revelarse al final de la tercera película, “Bridget Jones’s Baby”, que sigue vivo.
El triángulo amoroso de Bridget
Bridget inicia una relación con Roxster tras conocerse a través de una aplicación de citas. Aunque él cree que ella tiene unos 35 años, no le importa la diferencia de edad porque admira a las mujeres mayores por su madurez y experiencia. La relación comienza con una cita y evoluciona en un romance de verano. Sin embargo, todo cambia cuando, en un momento de embriaguez, Roxster confiesa que desearía que ella tuviera una máquina del tiempo, dejando entrever que la diferencia de edad sí le afecta.
Poco después, Roxster deja de responderle y desaparece. Meses más tarde, reaparece en su trabajo, admitiendo que se asustó y huyó porque sintió que necesitaba estar con alguien de su misma edad. Para Bridget, el daño ya está hecho, y su historia con él llega a su fin.
Mientras tanto, su relación con el señor Wallaker evoluciona de manera diferente. Desde el primer día de colegio, sus personalidades contrastan: Bridget es espontánea y torpe, mientras que él es meticuloso y serio. Sin embargo, durante una excursión escolar, el señor Wallaker comparte que nunca ha tenido hijos y que, como profesor, nunca ha tenido tiempo para pensar en formar una familia.
Un nuevo comienzo para Bridget
Su vínculo se fortalece cuando Billy le confiesa a Wallaker que teme olvidar a su padre. En un gesto conmovedor, el profesor lo tranquiliza, asegurándole que Mark seguirá presente en su vida a través de sus recuerdos. Durante la función de Navidad en la escuela, Billy canta un emotivo solo con la ayuda de Wallaker, y Bridget cree ver a Mark aplaudiendo entre el público, como una visión.
Al final del concierto, Bridget se emociona por la forma en que Wallaker ha ayudado a su hijo y le invita a tomar algo. Aunque él inicialmente duda y se marcha, Bridget lo sigue y le pregunta qué quería decirle. En ese momento, él menciona la tercera ley de Newton: “Para cada acción hay una reacción igual y opuesta”, y le confiesa que ella es esa fuerza opuesta en su vida. Luego, le revela su nombre de pila: Scott. Bridget, sin dudarlo, lo besa.
Así, tras un viaje lleno de altibajos, Bridget encuentra el amor de nuevo, esta vez con alguien que la acepta completamente, a ella y a su familia.