La serie española Días mejores aborda con sensibilidad y realismo el proceso de duelo tras la pérdida de un ser querido. Creada por Cristóbal Garrido y Adolfo Valor, la producción estrenada en 2022 ha logrado conectar con el público a través de una narrativa honesta y humana que transcurre entre el dolor, la aceptación y la búsqueda de un nuevo comienzo.
La trama se centra en cinco personajes que, tras haber perdido a sus respectivas parejas, se encuentran en una peculiar terapia grupal dirigida a madres y padres que atraviesan la misma situación. Este espacio, aparentemente informal, se convierte en un refugio para compartir el sufrimiento, la rabia, la culpa, pero también los recuerdos, los silencios y los primeros pasos hacia la reconstrucción emocional.
A lo largo de los diez episodios que componen su primera temporada, la serie pone el foco en cómo cada protagonista lidia con la ausencia. La historia no rehúye mostrar momentos duros ni emociones complejas, pero lo hace desde un enfoque esperanzador. Días mejores destaca que, pese a las cicatrices que deja el dolor, siempre existe una posibilidad de volver a conectar con la vida, de volver a reír sin culpa, de permitirse amar otra vez.
El guion huye de los tópicos habituales en los dramas sobre la pérdida. En lugar de recrearse en la tragedia, ofrece una mirada luminosa sobre el proceso de sanación. Cada personaje tiene una historia distinta, pero todos comparten el mismo punto de partida: la soledad tras la muerte de su pareja y la necesidad de seguir adelante, sobre todo por sus hijos.
El grupo terapéutico se transforma poco a poco en una especie de familia improvisada. Allí encuentran comprensión, apoyo y, en muchos casos, respuestas que no habían sido capaces de formular por sí solos. Los vínculos que nacen entre ellos muestran la importancia de acompañarse en el duelo, pero también la capacidad humana de rehacerse incluso cuando parece imposible.
Rodada en España y ambientada en entornos cotidianos que refuerzan la cercanía de sus protagonistas, la serie consigue transmitir autenticidad en cada escena. La dirección apuesta por la naturalidad, mientras que las interpretaciones destacan por su sobriedad y profundidad emocional, evitando el dramatismo excesivo.
Días mejores sigue actualmente en emisión y ha sido bien recibida tanto por la crítica como por los espectadores. Más allá de su enfoque narrativo, la producción plantea preguntas universales: ¿cómo se sigue adelante después de una pérdida devastadora? ¿Qué papel juega la comunidad en ese proceso? ¿Y cómo afecta el duelo a quienes, además de perder a su pareja, deben seguir siendo el pilar emocional de sus hijos?
En definitiva, Días mejores no solo habla de la muerte, sino sobre todo de la vida. De la vida que continúa, de los nuevos comienzos y de la esperanza que renace incluso cuando todo parece derrumbarse. Es una historia que invita a mirar hacia adelante sin olvidar lo vivido, y que recuerda que, aunque el dolor forma parte del camino, también lo hacen la superación, la empatía y la posibilidad de construir algo nuevo.