La película de animación original de Netflix, ‘K-Pop Gals! Demon Hunters’, estrenada en junio de 2025, se ha convertido en un éxito mundial sin precedentes, superando los 266 millones de visionados en apenas unas semanas. A pesar de ser el mayor éxito en la historia de la plataforma, superando incluso a ‘El juego del calamar’, su repercusión en Japón ha sido sorprendentemente discreta. Analizamos las claves de este fenómeno global y las posibles razones de esta brecha de popularidad.
Una innovadora fusión de ídolos y heroínas
La premisa de ‘K-Pop Gals! Demon Hunters’ es tan original como atractiva: un grupo de chicas de K-Pop que no solo triunfa en los escenarios, sino que también lucha en secreto contra demonios para proteger a la humanidad. La historia sigue a las tres integrantes del grupo “HUNTR/X” —Lumi, Mira y Zoe—, quienes deben compaginar su glamurosa vida de estrellas con su peligrosa misión como cazadoras de demonios.
Este doble rol de “ídolo y heroína” dota a la narrativa de una nueva dimensión, explorando la dualidad entre el sueño y la realidad. El éxito de la película no solo se mide en cifras de audiencia, sino también en el fervor de los fans en redes sociales, donde abundan las ilustraciones, los vídeos de coreografías y las discusiones sobre la trama. La combinación de la estética K-Pop y el anime ha demostrado ser una fórmula irresistible para una audiencia global de todas las edades.
Un universo anclado en la cultura y mitología coreanas
Uno de los pilares de la película es su profundo arraigo en la cultura coreana. El argumento gira en torno al “혼문 (Honmun)”, un poder místico basado en leyendas tradicionales de Corea, lo que aporta una notable solidez al universo fantástico. Los demonios a los que se enfrentan no son meros monstruos, sino que nacen de la oscuridad humana —el miedo, la envidia o la codicia—, añadiendo un conflicto interno a las protagonistas que deben lidiar con sus propias debilidades.
La dirección de arte refuerza esta conexión cultural, integrando diseños tradicionales coreanos tanto en el vestuario como en los escenarios de las batallas. Esta coexistencia entre la modernidad del K-Pop y la riqueza histórica de Corea crea un mundo visualmente único y coherente. La película presenta además una representación fidedigna de la cultura coreana contemporánea, desde la gastronomía hasta la moda.
Un éxito arrollador en las listas de música y taquilla
El impacto de ‘K-Pop Gals! Demon Hunters’ ha trascendido la pantalla. La banda sonora original se ha convertido en un fenómeno musical por derecho propio. La canción principal, “Golden” de HUNTR/X, ha liderado la lista Billboard Hot 100 de Estados Unidos durante cuatro semanas consecutivas. Al mismo tiempo, hasta cuatro canciones de la película, incluyendo “Soda Pop” del grupo rival “Saja Boys”, han logrado posicionarse simultáneamente en el top 10.
El éxito no se limita al streaming o a las listas musicales. En países como Estados Unidos, se han proyectado versiones sing-along en cines que han alcanzado el número uno en taquilla, demostrando la capacidad de la película para movilizar a las masas. Este triunfo se ha visto impulsado por el apoyo de grandes figuras del K-Pop, como Jungkook de BTS, quien confesó haberse emocionado hasta las lágrimas con la historia.
La autenticidad del K-Pop como clave del éxito
La película, un proyecto iniciado por la directora Maggie Kang con la idea de crear una obra basada en la cultura coreana, logra una representación muy realista del mundo K-Pop, desde la dinámica de los fandoms hasta los entresijos de la industria.
Para asegurar esta autenticidad, se apostó por un casting excepcional. El actor Ahn Hyo-seop, conocido por haber sido aprendiz en JYP Entertainment, presta su voz al líder de los Saja Boys, Jinu. Por su parte, EJAE, una exaprendiz de SM Entertainment y ahora exitosa compositora para grupos como TWICE, no solo canta las partes de la protagonista, Lumi, sino que también ha participado en la producción musical. La banda sonora cuenta además con la participación de productores de élite como TEDDY, célebre por su trabajo con BLACKPINK, garantizando una calidad musical indiscutible. Esta atención al detalle ha sido fundamental para que tanto la película como su música resuenen con tanta fuerza a nivel mundial.