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Avatar: Fire and Ash lidera una taquilla navideña en alza mientras Oona Chaplin reivindica el legado familiar en la saga

La industria del cine respira algo más aliviada este año. Aunque la verdadera prueba de fuego para la exhibición comienza tradicionalmente tras las cenas familiares del día de Navidad, las cifras preliminares de Nochebuena arrojan un saldo positivo. El total recaudado este 24 de diciembre ascendió a unos 27,6 millones de dólares, lo que supone un incremento del 5% respecto a 2024 y un notable aumento del 24% en comparación con 2022. Curiosamente, ni siquiera las lluvias torrenciales en Los Ángeles han frenado la afluencia a las salas; de hecho, el mal tiempo parece haber empujado al público hacia el refugio de los multicines, que han mantenido sus horarios sin recortes.

En este escenario, Avatar: Fire and Ash continúa su hegemonía indiscutible. La cinta de James Cameron lideró la jornada con 10,7 millones de dólares en 3.800 salas, elevando su acumulado total a casi 130 millones. Las proyecciones son optimistas para el puente festivo, esperando que la tercera entrega de la franquicia de los Na’vi sume otros 75 millones de dólares hasta el domingo. Sin embargo, no todo el mérito es de los alienígenas azules; Zootopia 2 sigue demostrando una resistencia formidable, superando a los estrenos en los días laborables y rozando ya la barrera psicológica de los 300 millones de dólares en recaudación total.

Nuevos contendientes y la batalla por la audiencia

Más allá de los grandes gigantes, la cartelera ha recibido novedades con suerte dispar. Marty Supreme, la comedia dramática de época de A24 protagonizada por Timothée Chalamet, ha tenido un arranque prometedor con 2 millones de dólares en los pases previos, superando las cifras que el propio actor cosechó el año pasado por estas fechas. La película cuenta con un sólido respaldo crítico del 95% y una buena acogida del público, lo que augura un recorrido estable. Por otro lado, el reboot de Anaconda de Sony, con Jack Black y Paul Rudd, arrancó con 2,1 millones en sus preestrenos, aunque se enfrenta a un escenario más complicado dada la tibia recepción de la crítica especializada, que le otorga apenas un 49% de valoraciones positivas.

La conexión española: tecnología punta y corazón humano

Precisamente en el epicentro del fenómeno de Avatar: Fire and Ash encontramos una conexión fundamental con la historia del cine clásico y con España. Oona Chaplin, nacida en Madrid y encargada de dar vida a la villana Varang en esta nueva entrega, ha reflexionado recientemente sobre los ineludibles paralelismos entre el director James Cameron y su abuelo, el legendario Charlie Chaplin. Según la actriz, ambos creadores comparten una visión que trasciende la técnica: utilizan la tecnología más puntera de su tiempo para narrar historias profundamente arraigadas en la condición humana.

“Ambos cuentan relatos de formas innovadoras, pero absolutamente centrados en el corazón humano”, confesaba Oona en una entrevista reciente. Para la intérprete, la clave del éxito tanto de su abuelo como de Cameron reside en la honestidad y la sencillez de sus historias, capaces de tocar la fibra sensible de millones de personas. “Nadie hará reír y llorar al mundo como lo hizo Charlie, pero Avatar se acerca mucho”, sentenció con una sonrisa, destacando cómo la saga de ciencia ficción logra esa universalidad que caracterizó al cine mudo.

El regreso a la vocación interpretativa

Para la nieta del cineasta y bisnieta del dramaturgo Eugene O’Neill, participar en esta superproducción ha supuesto mucho más que un trabajo; ha sido un renacer profesional. Oona, que pasó su infancia viajando entre Reino Unido, Suiza y Cuba, se encontraba en un momento de distanciamiento de la industria, centrada en el voluntariado en campos de refugiados, cuando le llegó la oportunidad. Encarnar a la líder Na’vi le ha hecho “volver a enamorarse de la actuación” y recuperar la gratitud por el arte de contar historias.

Su compromiso con la visión de Cameron es tal que la actriz asegura que su lealtad es absoluta. “Sería un cactus en una esquina si James Cameron me lo pidiera”, bromeó, subrayando la confianza ciega que deposita en el director. Mientras la taquilla sigue sumando millones en este periodo festivo, queda patente que la mezcla de espectáculo visual y resonancia emocional sigue siendo la fórmula maestra para llevar al público a las salas, tal y como lo hacía el cine hace un siglo.