Si a partir de hoy se observan largas colas en las taquillas de los cines, es muy probable que la culpable sea una serpiente gigante. El enorme reptil del Amazonas está reconquistando las salas de exhibición casi 30 años después del estreno de la cinta de culto protagonizada por Ice Cube y Jennifer Lopez en 1997. Sin embargo, esta nueva entrega de ‘Anaconda’ se aleja del terror puro para abrazar el género del reboot cómico y autoconsciente, con un reparto de lujo encabezado por Jack Black, Paul Rudd, Thandiwe Newton y Steve Zahn.
La premisa de la película gira en torno a un grupo de amigos que se adentra en la selva amazónica para rodar su propia versión de su película favorita de juventud, hasta que la aparición de una serpiente real convierte la diversión en una lucha salvaje por la supervivencia. Aunque el filme promete sustos, lo que realmente destaca es la innegable química entre sus protagonistas, algo que ha trascendido la pantalla y se ha manifestado tanto en las entrevistas promocionales como en un rodaje repleto de anécdotas surrealistas.
Una química incontrolable y escenas absurdas
Basta con presenciar una conversación entre los cuatro actores para entender la dinámica del grupo: es casi imposible moderarlos. Durante la promoción, los intérpretes se arrebatan la palabra, bromean y ríen constantemente, demostrando que la diversión que se ve en pantalla es genuina. Esta camaradería fue esencial para sacar adelante escenas tan absurdas como costosas. Steve Zahn y Jack Black recordaron con humor una secuencia específica en la que el personaje de Zahn introduce una ardilla muerta en la boca de Black.
Según Zahn, rodar ese momento costó cerca de 100.000 dólares, una inversión que para Jack Black está más que justificada, asegurando que la escena por sí sola vale el precio de la entrada. “Es tan estúpida que mi mujer casi se orina de la risa al verla”, comentó el actor, aunque su compañera Thandiwe Newton no olvidó mencionar el precio físico que pagó su colega: Black tuvo que pasar días cubierto de una sustancia viscosa bajo el calor sofocante de la selva para conseguir la toma perfecta.
Retos de concentración y carcajadas en el set
Mantener la compostura fue, sin duda, el mayor desafío para el elenco. Newton confesó que este proyecto le exigió el mayor esfuerzo actoral de su carrera, no por la complejidad dramática, sino por la dificultad de no estropear las tomas con ataques de risa. Hubo jornadas en las que los actores no podían ni siquiera mantener el contacto visual; cada mirada desencadenaba carcajadas que obligaban a detener el rodaje durante media hora.
La situación se complicaba porque incluso los directores y guionistas, Tom Gormican y Kevin Etten, no lograban contenerse, arruinando varias tomas al escucharse sus risas de fondo. No obstante, Paul Rudd señaló que ese caos creativo es precisamente lo que buscan los actores: esa sensación de fluidez cuando todo el mundo está entregado y la escena funciona tan bien que nadie quiere dejar de grabar, aunque ya tengan el material necesario.
Un rodaje marcado por incidentes fisiológicos
Pero no todo fueron risas limpias en el plató de Queensland. Thandiwe Newton relató a la prensa alemana un incidente escatológico protagonizado por Jack Black que puso a prueba la profesionalidad de todos. Al parecer, el actor ingirió algo durante el almuerzo que no le sentó nada bien a su estómago, justo antes de rodar una secuencia de acción que requería correr.
“Mientras Jack corría, en cada paso solo se escuchaba un ‘pfft, pfft, pfft'”, recordó la actriz. La situación se tornó en una prueba de fuego para el resto del reparto, que debía mantener la cara de pánico ante la cámara mientras su compañero sufría flatulencias incontrolables con cada zancada. Fue una experiencia, según describen, tan hilarante como difícil de gestionar en un entorno profesional.
El verdadero terror reptiliano de Jack Black
Curiosamente, aunque en el set las serpientes eran parte de la ficción o estaban controladas, Jack Black arrastra un miedo muy real hacia estos reptiles debido a una experiencia traumática de su juventud. El actor relató un suceso perturbador de cuando le tocó cuidar la pitón de un amigo. Un día, al despertar, descubrió que el terrario estaba vacío y el animal había desaparecido.
El horror se materializó cuando miró hacia su cama y vio la cabeza de la serpiente asomando desde el interior de su colchón. El animal se había introducido dentro y había hecho de la cama su nido, un evento que Black describe como profundamente perturbador y del que todavía se siente algo traumatizado.
¿Quién sobreviviría en la selva real?
Ante la pregunta de quién lograría sobrevivir en un escenario real al estilo ‘Anaconda’, las apuestas del elenco son claras pero sorprendentes. Jack Black no duda en señalar a Steve Zahn como el verdadero superviviente, capaz de desenvolverse en el bosque, o a Thandiwe Newton por su ingenio.
Sobre sus propias posibilidades, Black tiró de ironía asegurando que él probablemente sobreviviría gracias a su propia cobardía, ya que la adrenalina le haría huir del peligro más rápido que nadie. ¿El pronóstico más oscuro? El grupo parece coincidir, con el propio Black a la cabeza, en que Paul Rudd sería, lamentablemente, el primero en caer.